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Dejamos la Tercera región de Atacama y nos dirigimos a la Quinta Región, para conocer los encantadores lugares de Viña del Mar, Valparaíso y sus entornos.

La primera locomotora que circuló en Chile.

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Si usted ha visitado Caldera, en la costa a unos 75 kilómetros de Copiapó, habrá visto una réplica de la primera locomota que circuló en nuestro país. Ahora, si desea conocer la original, esa que lo emocionará por toda la historia que conlleva, entonces debe dirigirse a la Universidad de Atacama, en Copiapó, y visitar esta maravilla.
Su actual ubicación privilegiada, en el interior del campus de la Universidad, la ha conservado en perfecto estado y libre del vandalismo que se observa en las reliquias que están en los paseos públicos. No existen trabas para ingresar a conocer esta maravilla, una de las pocas de las que podemos sentirnos orgullosos como chilenos. Es una visita imperdible, sin duda.





Vistas de la primera locomotora que circulara en Chile y del campus que la alberga en la Universidad de Atacama, Copiapó.

Parroquia Nuestra Señora de la Candelaria

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Recorriendo las soleadas calles de Copiapó, en la Avenida Los Carrera, nos encontramos con una sencilla pero interesante Parroquia.
En 1780, un hombre encontró una pequeña imagen, de sólo 15 centímetros, de la Virgen con su hijo en brazos. Y el 2  de febrero, día en que la iglesia bendice las candelas (velas) en honor a Jesús, fue presentada en la iglesia y, de esa festividad, tomó el nombre actual: Virgen de la Candelaria.
Patrona por excelencia de los mineros, cada año, miles de personas bailan y la veneran en la explanada circundante.
La actual iglesia es muy sencilla y, para ser honestos, bastante dejada a la mano de la naturaleza. Bastaría un poco de esfuerzo económico para convertirla en un lindo y agradable paseo turístico.




Vistas de la Parroquia Nuestra Señora de la Candelaria, Copiapó.


Monumento a Juan Godoy, quien descubriera el mineral de Chañarcillo.

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A pocos pasos de la parroquia San Francisco, encontramos a Juan Godoy.
Deteriorado por vándalos locales, este monumento parece simbolizar, de varias maneras, lo que ha sufrido el hombre chileno no importando si vive en Arica o Punta Arenas. Ubicado frente a la Parroquia, como buscando la mano salvadora que nunca tuvo en vida, el monumento a Juan Godoy, el simple hombre que descubriera el mineral de plata de Chañarcillo, ha vivido las mismas peripecias que su modelo de carne y hueso: le han robado las placas conmemorativas, ha sido cambiado de lugar varias veces, ha sido maltratado, rayado y golpeado y, finalmente, también parece haber sido olvidado por el municipio si se ha de juzgar el estado en el que se encuentra.
Es por eso que hay que visitarlo, porque Juan Godoy nos hace recordar que la mayoría somos como él: hacemos ricos a unos pocos para, finalmente, morir pobres y olvidados.



Monumento a Juan Godoy

Parroquia San Francisco

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Como el clima es tan agradable, recorremos a pie la ciudad y estamos ahora frente a la Parroquia San Francisco, ubicada en la Avenida Juan Godoy.
Reconstruida un par de veces, ya que la original fue destruida por sendos terremotos, esta parroquia tiene cosas agradables: su excelente mantención, su limpieza y buena iluminación llenan el espíritu de optimismo.
En lo arquitectónico es una mezcla bastante heterogénea, lo que se perdona puesto que cumple su función original, es agradable a la vista y no somos tan expertos en arquitectura viviendo, además, en un país en que el terremoto puede desanimar al más optimista de los constructores.
En resumen, vale la pena visitarla porque es una linda parroquia y se ubica en pleno centro de la ciudad, desde donde podemos seguir visitando sus lugares turísticos.



Vista exterior e interior de la Parroquia San Francisco, Copiapó.


La Catedral de Copiapó.

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Dejamos el interesante Museo Regional y nos dirigimos hacia la Plaza de Armas de Copiapó, para visitar su Catedral.
Si hemos de ser sinceros con los sentimientos, hay que partir diciendo que el nombre de Catedral le queda grande. Ubicada frente a la plaza principal de la ciudad, esta construcción se pierde, literalmente, en un bosque de árboles, cables y automóviles que no permiten apreciarla libremente.
De construcción neoclásica inglesa, su fachada se oscurece por la forma del diseño. Y si a esto agregamos que no pudimos visitarla por estar cerrada, la decepción se acentúa.
Pero siendo prácticos: si algún brillante arquitecto logra, de alguna forma, despejar su frontis de tanto árbol y cablería, si se pinta de un color que permita darle fuerza a la construcción y si se cambia la fachada, podremos, entonces, disfrutar de una verdadera Catedral.



Tres vistas de la Catedral de Copiapó.

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El Museo tiene, como ventajas, el estar ubicado en el centro de la ciudad, lo que permite un fácil acceso y, además, contar con objetos utilizados en la minería durante el siglo XIX, época en que la región tuvo un auge económico, aunque no un desarrollo integral, puesto que, como en otras zonas similares, las pocas familias que se enriquecieron con la minería, establecieron una segregación social y económica brutal y aberrante.

Mobiliario de finales del siglo XIX de una de las ricas familias de Copiapó

Farol callejero a gas de hidrógeno sulfurado, utilizado a mediados del siglo XIX en Copiapó.

Escalera patilla, utilizada en faenas subterráneas a mediados del siglo XIX.

Museo Regional de Atacama

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Y puesto que hablamos de los 33 mineros rescatados exitosamente de las profundidades de una mina, nos dirigimos al Museo Regional de Atacama, lugar donde se encuentran las evidencias de aquella hazaña.

Placa señalando el orígen de la casona en la cual se encuentra el Museo
Cápsula, denominada Fénix, utilizada para rescatar a los mineros desde una profundidad de casi 700 metros.
El papel con la leyenda que señalaba que aún permanecían vivos y que conmovió al mundo entero.



Copiapó, la capital de la Región de Atacama

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Copiapó, la capital regional, se ubica en el interior de la región, a unos 70 kilómetros de la costa y a unos 80 kilómetros de la ciudad más cercana, Caldera.
Con un clima desértico, permite ser visitada durante todo el año por quienes no gustan de las precipitaciones. Su temperatura en invierno es, de todas formas, muy agradable.
Lo primero que destaca al llegar, si lo hace usted en bus, es la hermosa estatua por la paz mundial, que se encuentra a pocos pasos del terminal de buses, en el Parque Giordano Bruno, en la Avenida Copayapu.

 Estatua por la paz, donada por la República Popular China, conmemorando el rescate de los 33 mineros en Copiapó.