Matilla es un pequeño pueblo, parada casi obligada para quienes se dirigen a Pica, considerado el lugar turístico por excelencia. En forma inteligente, Matilla no ha querido competir con su vecino, transformándose, como ya se dijo, en un lugar de descanso para servirse un jugo, un helado o saborear un delicioso alfajor. Lo más interesante de Matilla es, sin dudad, la iglesia, la plaza y el antiguo lagar, ubicado a pocos pasos de la iglesia.
Como en la mayoría de las iglesias ubicadas en la zona altiplánica, la torre del campanario no se encuentra unida al edificio principal.
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Atractivas figuras, de tamaño natural, ubicadas en la plaza Caupolicán. |