Recorrer el Coliseo y las ruinas adyacentes nos hace reflexionar sobre la Historia del hombre. Utilizado como lugar de matanza en sus comienzos hasta lugar de peregrinación y encuentro en nuestros días, el Coliseo, al igual que nosotros, trata de mantenerse incólume en el tiempo.
Nos sentamos a contemplar, al igual que los otros cientos de turistas que nos rodean, siglos de historia humana.
Cercano al Coliseo, un arco de triunfo, el arco de Constantino, en el que se inspirara Napoleón Bonaparte para ordenar construir el de L'Etoile en los Campos Elíseos de París. Por cierto que el que aquí está es una maravilla de construcción, no sólo por su equilibrio arquitectónico, sino también por sus grabados en sobrerrelieve y sus esculturas.
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