Durante su máximo esplendor de bonanza salitrera, en Pisagua se construyó un teatro que, para la época, constituyó un centro social muy particular. Prueba de ello son los maniquíes, vestidos a la usanza de la época, que indican la estricta separación de clases que se establecía en todo tipo de actividades.
Fachada del teatro municipal de Pisagua. |
Maniquíes en el interior del teatro. |
La representación de las artes, en el cielo del teatro, es el único sector que aún se conserva sin deterioros. |
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