Seguimos caminando y, de pronto, sin previo aviso, llegamos a unos de los lugares más encantadores de Roma: la fuente de Trevi, la más famosa de las fuentes barrocas del mundo. Sentados frente a ella, cientos de turistas lanzan monedas de espaldas a la fuente y piden un deseo. Todas las lenguas del mundo se escuchan en las escalinatas frente a esta mágica fuente. Estamos extasiados. No hay otra palabra.
Esta maravillosa toma es de DAVID ILIFF y la publico con su autorización. Nos permite apreciar la belleza de la Fontana di Trevi en toda su magnitud.
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